Fue creado sólo para fines benéficos y fue subastado en una cena celebrada en Londres. El creador de esta joya fue Thomás Heyerdahl, quién adornó al denominado iDiamond de preciosas joyas como: diamantes y oro rosa.
Este particular iPhone 3GS cuesta nada menos que USD$3,2 millones y cuenta con oro sólido de 22 kilates y 136 diamantes alrededor, además de 53 diamantes en el logo de la manzanita.
Una historia... Llevo toda mi vida trabajando, sumido en esfuerzos, y al fin he logrado mi objetivo. He ascendido todo lo posible en mi ámbito, soy la envidia de mucha gente, tengo prácticamente todo lo que se me antoja... ese iphone bañado en oro es mío. Podría tener varios como ese pero da la casualidad, y es lo que me gusta de él, que es único.
Siempre conmigo encima, va a las reuniones conmigo, y hasta duerme cerca de mi en la mesilla de mi cama. Siempre encima de mi mesa en la oficina hasta que paso lo que se sabía que un día pasaría. Sonaba el teléfono, mi mesa del despacho estaba llena de papeles y el iphone no estaba a la vista, por su sonido lo tenía medio localizado hasta que finalmente PUM al suelo. No volvió a funcionar.
Hay quien se gasta estas sumas de dinero en objetos como estos pero cabe plantearse una pregunta, ¿de verdad merece la pena?
Cada uno de nosotros tiene el derecho de gastarse su dinero en lo que estime conveniente y con mayor razón si lo a conseguido con su propio esfuerzo. Pero también uno se puede plantear otros muchos objetivos renunciando a ese "objeto", se podría donar a personas pobres que verdaderamente lo necesitan. Simplemente plantearse si por llevar estos lujos con nosotros somas más personas, o verdaderamente lo somos al ayudar a otros en lo que esté en nuestra mano.
Personalmente yo no podría llevar algo así conmigo, sólo el pensar que se pueda romper o me lo roben... prácticamente me atrevería a decir que no lo sacaría de la caja por miedo a que le pase algo. El llevar eso no te hace más persona ni mejor que los demás, que probablemente seas la envidia de muchos, es cierto, pero ¿compensa el riesgo? ¿o merece la pena ayudar a otros que lo necesitan?

Tienes razon jajaja
ResponderEliminar